Por Paula Ansaldo (UBA-IAE/CONICET)
En 1938 el elenco del IFT estrena en el Teatro Lasalle la obra Boitre, el salteador judío del escritor soviético Moishe Kulbak, obra con la cual tuvo un gran éxito entra la crítica y el público. Se trató del debut en la Argentina del director polaco David Licht, quien tuvo a su cargo la dirección artística del IFT por más de quince años: entre 1938 y 1953, con una breve interrupción entre 1946 y 1948 cuando partió a los Estados Unidos para dirigir el teatro judío neoyorquino Folksbine. Los años en los que Licht fue el director del teatro son recordados como la época dorada del IFT, el momento en el que la compañía se posicionó como una trinchera no solo política, sino artística. Bajo su guía el elenco puso en escena un nuevo repertorio y desarrolló una estética distintiva que los singularizó profundamente al interior no solo
del circuito teatral judío, sino especialmente dentro de la escena argentina. En esta entrega del Boletín del CeDoB “Pinie Katz” nos detendremos en la figura de este director y en su aporte al Teatro IFT.
David Licht (1904-1978) se formó como actor y director en la Vilner Trupe, una de las compañías teatrales judías de arte más importantes de la época, y posteriormente dirigió en París el Parizer Yiddisher Avangard Teater (PYAT), un teatro popular judío de izquierda con una fuerte inclinación hacia la experimentación artística. El PYAT era un teatro de referencia para los integrantes del IFT ya desde sus primeros tiempos, por lo que cuando Pinie Katz viajó como delegado de las instituciones judías progresistas de la Argentina a París para asistir al Congreso de Cultura Judía, los integrantes del Teatro le encargaron que tomara contacto con Licht, quien aceptó radicarse en la Argentina y hacerse cargo de la dirección de la institución.
El IFT le otorgó a la tarea del director una importancia primordial que hasta entonces no había tenido en el teatro judío de Buenos Aires, puesto que la institución se basaba en el teatro grupal y rechazaba la figura de la “estrella” que primaba en los escenarios comerciales, reemplazando al actor por el director como el corazón de la producción. Esta
voluntad de constituirse como un teatro colectivo respondía a la ideología de izquierda de los integrantes de la institución que se basaba en la horizontalidad y la discusión en asamblea. El trabajo en ensamble se convirtió así, en uno de los elementos principales que caracterizaron la composición artística de las representaciones del IFT.
A partir de su llegada, Licht redefinió también el repertorio del teatro, poniendo en escena obras de temática judía, muchas de las cuales eran adaptaciones de cuentos y novelas de los más célebres escritores judíos, tales como Scholem Aleijem, I. L. Peretz y Méndele Moijer Sforim. En este sentido, su tarea no fue únicamente elegir un repertorio, sino crearlo, tomando materiales de la tradición literaria ídish y adaptándolos para la escena teatral. A su vez, bajo su dirección el elenco montó obras provenientes del teatro universal en traducciones al ídish, tales como El mercader de Venecia de William Shakespeare en 1944, Los bajos fondos en 1942 y en 1949 Yegor Bulichev de Máximo Gorki, Todos los hijos de Dios tienen alas de Eugene O’Neill en 1945, “El delator”, uno de los episodios de la obra Terror y Miserias del Tercer Reich de Bertolt Brecht en 1949 y Todos eran mis hijos de Arthur Miller en 1950. La difusión de obras universales era una función que el IFT consideraba primordial en tanto educador de las masas, ya que, dado que la gran mayoría de los judíos hablaban en ídish, era fundamental ponerlos en contacto con la dramaturgia moderna traduciéndola a su idioma. Estas obras atraían también al público no judío, dado que se trataba de autores aún poco representados en la escena nacional. De esta forma, la llegada de Licht al IFT fue fundamental en el desarrollo de la identidad estética del teatro, en la elección de su repertorio y en el prestigio que desarrolló dentro de la escena teatral de Buenos Aires como un teatro de innovación artística.
que emocion leer este articulo y ver el programa de actores, entre los que estaba mi papa. Jaime Kutner. Cuando yo naci, el ya no actuaba como actor, pero sigui como activista del teatro y del Icuf. Vi desde mi nacimiento todas las obras que dirigio Licht, porque mis viejos nos llevaban diariamente , cada vez que habia funcion. sabiamos de memoria el repertorio, jiii . soy de 1942