Cuando en el año 2005, con un grupo de jóvenes voluntarios empezamos la compleja tarea de rescatar las bibliotecas y objetos del edificio del I.L.Peretz de Villa Lynch (que hoy forman parte del acervo documental del CeDoB Pinie Katz), alguno/as activistas se acercaron para acompañarnos.
Una de ellas era Lía Tenenbaum, peretziana de toda la vida, primera generación en egresar del Mitl-Shul en 1954, e integrante destacada del movimiento cooperativo.
Por algunos años, para mí, Lía y Raúl Guelman eran, sobre todo, los padres de Anahí y Nancy, queridas amigas, colegas, lererkes del kinder.
Pero a partir de 2005, cuando nos disponíamos a pasar limpiando y ordenando libros en el edificio del club, en Rodríguez Peña y Monteagudo, Lía me avisó que en alguna parte debía estar allí la micrografía de I.L.Peretz realizada por su papá y obsequiada a la institución en 1949.
La encontramos.
Estaba en mal estado, y otro peretziano de la primera hora, Carlos Pinkus, se ocupó de financiar su restauración. Actualmente la obra se encuentra en el CeDoB.
Lía nos contaba que su padre afirmaba que el arte es “de y para” la gente, que no puede ser comerciable, que sus obras deben pertenecer a las instituciones.
Y coherente con sus ideas socialistas y su pasión literaria idishista, regalaba sus trabajos con gran emoción; tanto a un pequeño shule del conurbano bonaerense, como al Museo Yad Vashem, en Jerusalén.
Sus micrografías, siempre dedicadas a personalidades que admiraba y confeccionadas con las letras de significativos textos (escritos por aquellas mismas figuras), expresaban los valores culturales más preciados para el judeo-progresismo.
La cultura del Idishkait plasmada en las paredes de las bibliotecas y salas de comisión directiva, constituía la marca identitaria de la institución.
Para muchos, esa micrografía de I. L. Peretz simbolizaba toda su vida ligada al club. Entonces descubrí que Lía era, también, la hija del gran artista Guedale Tenenbaum.
La obra de Guedale siempre llamó la atención, con su técnica mágica, que David Mazower, director del Yiddish Book Center (YBC) de Massachusetts, tituló “ilusionismo” quedó en el recuerdo visual de varias generaciones (https://www.yiddishbookcenter.org/language-literature-culture/pakn-treger/pakn-treger-number-74/illusionist).
Como la fuerza vital de la expresión no tiene fronteras ni idiomas, Mazower quedó conmovido cuando observando la micrografía de Leivick (1978), en Tel Aviv, descubrió al artista.
Entonces contactó a Lía en Buenos Aires y con la colaboración de Lila Fabro, comenzaron a reconstruir la historia de Guedale.
Además, el YBC se comprometió a la restauración de una micrografía dañada, la de Jaim Zhitlovsky (1946), que hoy luce en su Museo y podrá ser disfrutada por miles de visitantes de todo el mundo.
El CeDoB Pinie Katz, que con su nombre honra a uno de los intelectuales más brillantes del judeo-progresismo argentino, se enorgullece al saber que la primera micrografía realizada por Guedale Tenenbaum fue la de Pinie Katz, en 1941.
Entre el 10 y 11 de abril de aquel año se celebraba el Primer Congreso del ICUF en Argentina y se declaraba a Katz como presidente honorario de la Federación.
En la actualidad, ochenta años después, desde este nuevo espacio de archivo y preservación, que está cumpliendo tres años de existencia, tenemos una gran responsabilidad: honrar a estos pioneros del arte y la cultura judeo-progresista y cuidar el legado.
En eso estamos…
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