El Centro documental y biblioteca Pinie Katz – Icuf Arg se enorgullece de ser receptor y custodio del archivo personal de Sznaier Waserman -fundador de Icuf Argentina y gran militante de su época-, donado con gran calidez y compromiso por su nieto, el reconocido historiador Fabio Wasserman.

Es un honor para este espacio poder contar con tan valioso material y con la confianza de Fabio, quien en su visita nos contó historias y nos donó material de incalculable valor documental.

El material estará disponible exclusivamente para consulta en sala.

¡Gracias, Fabio Wasserman!

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Compartimos la sentida carta que nos hizo llegar Isaac Rapaport a partir de esta noticia. ¡Gracias, Ize!

Hola. La nota me provocó alegría y recuerdos. Alegría porque el episodio puede interpretarse como un paso adelante en la valoración que el CeDoB va ganando en los ámbitos culturales. Y eso es halagüeño y estimulante.

Los recuerdos son variados. Cuando Pinie Katz retornó del Congreso Universal de París de 1937 donde se creó el Icuf, se abocó a la tarea de crear el Icuf argentino para lo cual se constituyó un Comité Provisorio en el cual Schneier Wasserman tuvo destacada participación. Muchas de las actas del Comité están elaboradas por él.

Wasserman fue, efectivamente, un importante activista del Icuf y solía ser quien viajaba permanentemente al interior y a países latinoamericanos a cumplir misiones en nombre del Icuf. Pero no era sólo un activista. Era un destacado poeta cuya obra puede apreciarse (para quien lee idish) en numerosos ejemplares de la revista ICUF que se publicó durante varias décadas.

Yo lo conocí y pese a la distancia generacional tuve algún trato con él. Estuve presente en algunas de sus conferencias.

Por último, un datito autorreferencial. En los años 50 yo trabajé en una institución judía, los “Landsmanschaftn”, que congregaba a los paisanos provenientes de diversos pueblos de Polonia. Cuando en diciembre de 1957 me gradué de odontólogo, mi padre, que era integrante de la Comisión Directiva de la institución, quiso compartir su alegría con sus compañeros y organizó un pequeño ágape a la finalización de una de las reuniones de la C.D. de la cual, casualmente participó Schneier Wasserman. De él, también recibí unas palabras de salutación.