Contexto histórico
Destacamos los principales hechos históricos que motivaron la creación de un frente judeo-progresista en defensa del idioma y de la cultura ídish:
1- Como consecuencia de los pogroms y la falta de derechos, los judíos que habitaban la Zona de Residencia (Bielorrusia, Lituania, Moldavia, Polonia, Ucrania y la parte occidental de Rusia) del Imperio Zarista, durante el siglo XIX y principios del XX, tendieron a migrar en busca de mejores condiciones de vida. Es por esto por lo que la población de habla ídish se encontraba dispersa por el mundo, mayormente en América del Norte.
2- En 1933 Adolf Hitler asumía la Cancillería de Alemania y comenzaba la expansión del nazismo. Hitler expresó su oposición y posterior persecución —e intento de exterminio— al pueblo judío y al comunismo, entre otros. Asimismo, su accionar político confluyó en alianza con el régimen totalitario fascista de Mussolini (Italia), pacto que conformaría, a posteriori y junto a Japón, el Eje fascista (frente totalitario de la Segunda Guerra Mundial).
3- A partir del 17 de julio de 1936, al estallar la Guerra Civil Española y con el llamado a conformar Brigadas Internacionales que la Komintern [la Internacional Comunista] realizaría en septiembre de ese año, las acciones solidarias en defensa de La República potenciaron la movilización frentepopulista judía. Agrupaciones en todo el mundo entendieron la defensa de la causa republicana como un primer acto de resistencia contra el fascismo y el antisemitismo.
Hitos clave para la conformación del YKUF (con base en Visacovsky, 2019)
El surgimiento del YKUF encuentra sus raíces en una convergencia de ideas y luchas tan étnicas como políticas. Para contextualizar el surgimiento del movimiento, es preciso mencionar antes ciertos hitos que resultaron clave en la conformación de esta identidad. Los Congresos de Cultura Ídish que fundaron el ICUF de Argentina se suscitaron en una coyuntura marcada por la lucha antifascista pero, a la vez, se plantearon como continuaciones de otras experiencias previas:
1- Congreso de Czernowitz (Ucrania), celebrado entre el 30 de agosto y el 4 de septiembre de 1908, liderado por reconocidos escritores socialistas como Iztkoj Leibush Peretz, Sholem Asch y Jaim Zhitlovsky, entre otros. Frente a la “erudición” de las elites judías que utilizaban el hebreo, el alemán o el ruso y menospreciaban el idioma de las grandes masas del Este europeo, en Czernowitz se declaró al ídish como idioma nacional del pueblo judío. Aquello significaba el triunfo político de una vanguardia intelectual secularizada que, influenciada por la Ilustración, se había propuesto construir “cultura” en el idioma cotidiano de los cinco millones de judíos que vivían confinados en la Zona de Residencia del Imperio Zarista. La difusión literaria del ídish constituía la clave para sacar a las masas del analfabetismo y, además, involucrarlas con causas socialistas y emancipatorias.
2- Encuentros de escritores judíos: en 1934, en Moscú; en abril de 1935, en Nueva York y en agosto de 1935, en Vilna. Todos expresiones reivindicatorias de la cultura popular idishista, como bandera de lucha frente al dramático avance del fascismo y del antisemitismo.
3- “Primer Congreso de Escritores en Defensa de la Cultura”, realizado entre el 21 y el 25 de junio de 1935 en París. Allí participaron 230 delegados de 38 países, quienes fundaron la “Federación Internacional de Escritores en Defensa de la Cultura”. La intelligentsia antifascista francesa encabezada por Romain Rolland, André Guide, Andre Malraux y Henri Barbusse, entre otros, recibieron a figuras como Sinclair Lewis, Upton Sinclair, Heinrich y Thomas Mann, Bertolt Brecht, Bernard Shaw, Selma Lagerlof, Ilya Ehrenburg y Máximo Gorki. Entre los latinoamericanos, Raúl González Tuñón y Pablo Neruda. Existe una versión que indica que fueron Ilya Ehrenburg y otros escritores judíos participantes en ese Congreso quienes, al terminar, resolvieron que era imperioso hacer un evento similar, pero con escritores exclusivamente de habla ídish, cuya identificación con la URSS estaba en su cúspide en tanto se había establecido como el idioma oficial de la Región Autónoma de Birobidyán (Gliksberg, 2008: 6). Además, existía una preocupación por la “asimilación” idiomática de los inmigrantes y sus hijos en América y en países del occidente europeo.
4- VIIº y último Congreso de la Komintern, realizado en Moscú en agosto de 1935, donde se llamó a constituir Frentes Populares. De acuerdo con esto último, las secciones idiomáticas de habla ídish de la Tercera Internacional buscaron construir alianzas con los socialistas del Bund, el sionismo socialista de Linke Poale Sion y la “burguesia judía progresista” en general. En esta nueva etapa de colaboración de clases, los comunistas de habla ídish se integraron a un movimiento antifascista más amplio que les permitió crecer notablemente, pero cuyo precio fue soslayar las tensiones prexistentes, derivadas de un mundo de “explotadores y explotados”.
5- En América del Norte, la organización International Workers Order, creada en 1930 e integrada por diversos grupos étnicos, tenía su fortaleza en los miembros de Jewish People Fraternal Order (JPFO) en Estados Unidos y de la United Jewish People’s Order (UJPO) en Canadá. Sus dirigentes e intelectuales, radicados en Nueva York y Toronto, proyectaron y financiaron conjuntamente con los europeos la fundación del Yiddisher Kultur Farband en 1937.