Organizaciones de Argentina, Brasil, Chile y Francia, en el marco del Espacio Internacional Antifascista Judeo-progresista, nos congregamos para conmemorar el triunfo del Ejército Rojo sobre el nazifascismo.

También, nos unimos para ofrecer un relato contrahegemónico de lo que sucedió en la Segunda Guerra Mundial, tan necesario en estos tiempos en los que el fascismo resurge en el mundo.

Asimismo, recuperamos testimonios argentinos en primera persona de cómo se vivió allí el final de Segunda Guerra Mundial.

Quede este repositorio de insumos como nuestro aporte a la Verdad y a la defensa de la Justicia Social. Como mensaje de unidad contra las fuerzas del Mal Absoluto: el fascismo en todas sus formas.

Seguí el video con el texto a continuación (castellano)

80 AÑOS DE LA VICTORIA DEL EJÉRCITO ROJO

Derrota militar del nazifascismo

Organizaciones, instituciones, entidades y personas judeo-progresistas, humanistas y democráticas realizamos esta declaración, porque la historia de la derrota militar del fascismo fue contada desde Occidente, y así aprendida por las mayorías. En esa historia, Estados Unidos es el gran protagonista y, por eso, urge en estos tiempos en los que las derechas mundiales avanzan brutalmente, que se tenga acceso a esta información histórica contrahegemónica.

Este 9 de mayo estamos celebrando la victoria de la Humanidad –aquella cuyos pilares son los Derechos Humanos Universales– sobre el fascismo (y el nazismo) y en esa celebración, destacamos la participación esencial y definitiva del Ejército Rojo y del pueblo soviético.

Probablemente, nunca en la Historia haya sido más evidente la confrontación épica entre los principios de la vida, y la cruel pulsión de muerte. Hace ocho décadas, la fortaleza y el espíritu de lucha basado en la conciencia de un pueblo y de un modelo de sociedad lograba, quizás, la más importante victoria sobre la barbarie y la insensibilidad.

El capitalismo imperial, heredado de la Conferencia de Berlín de 1884, en la que los países colonialistas se repartieron el mundo, derivó en las dos Guerras Mundiales, que implicaron más desplazamientos étnicos y genocidios.

Adolf Hitler no fue solo un producto de la reacción ultraderechista alemana. En forma previa al inicio de la Segunda Guerra Mundial, Benito Mussolini, Francisco Franco y Oliveira Salazar desplegaron sus políticas represivas en Italia, España y Portugal. En casi toda Europa Oriental (Polonia, Hungría Rumania, Bulgaria, países bálticos) y Finlandia existían regímenes autoritarios con políticas antisemitas. La lucha en contra del avance de la URSS y el socialismo fue el motivo sesgado por el cual las principales potencias occidentales de la época no se opusieron a la invasión nazi sobre Austria y Checoslovaquia en 1938; este hito, que finalmente derivó en la invasión a Polonia en 1939, marcó el inicio a la Segunda Guerra Mundial.

La batalla de Stalingrado (julio de 1942 a febrero de 1943) cambió el curso de la Gran Guerra Patria –así denominaron los soviéticos al conflicto–. La épica y heroica resistencia habilitó el inicio de la contraofensiva que concluyó en Berlín el 8 de mayo a las 23.01 hs, la madrugada del 9 de mayo de Moscú. Ese día el Mariscal de Campo nazi Wilhelm Keitel firmó la capitulación frente al mariscal Gueorgui Konstantínovich Zhúkov.

La victoria se logró, estructuralmente, sobre el sacrificio indescriptible del pueblo soviético: de sus soldados y de la sociedad civil quienes, también, ofrecieron al mundo el segundo Estado socialista (recordamos la breve Comuna de París, en 1871).

En la guerra murieron 54 millones de víctimas, entre ellas 6 millones de judíos; pero los nazis también se ensañaron con opositores religiosos y políticos (socialistas, demócratas, liberales, comunistas, sindicalistas), gitanos, homosexuales, discapacitados y otros. La Unión Soviética entregó la vida de 28 millones de sus ciudadanos mientras defendía ese proyecto esperanzador, basado en el ideal de una sociedad mejor. Y lo llevó a cabo –con errores, falencias y traspiés– mientras era víctima de las más brutales agresiones imperiales provenientes de Occidente. Recordamos también las valientes resistencias de lxs partizanxs, civiles y Justos de las Naciones quienes, arriesgando sus vidas, salvaron a miles.

Las masacres de Hiroshima y Nagasaki fueron los epílogos perversos de este proceso de disputas inter-imperiales.

Pasaron ocho décadas desde la Victoria del Ejército Rojo, que preservó la vida de cientos de millones de personas. El denodado esfuerzo, mayormente soviético, salvaguardó al mundo de la barbarie nazi-fascista.

 

En memoria a esta gesta sólo podemos comprometernos a tres designios inclaudicables: homenajear a quienes lucharon por los valores más sagrados de la vida, ser rigurosamente coherentes con su legado y asumir como propias las luchas –presentes y futuras– contra el Mal Absoluto: el fascismo en todas sus formas.

 

POR LA DERROTA IDEOLÓGICA DEL FASCISMO.

NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS.

NO PASARÁN.

MIR ZAINEN DO

Los testimonios que ofrecemos no traen sólo el horror, sino también la esperanza ante los retrocesos militares de las fuerzas del Eje, de encontrar noticias, de saber del paradero de familiares. Hubo una guerra que terminó dejando marcas profundas, recuerdos tristes y esperanzas, perdidas y reencuentros.

La distancia territorial no hizo ajenos a quienes, desde lejos, estaban atentos a las noticias que llegaban desde Europa.

El ejercicio de memoria de quienes fueron testigos es, a la vez, una ayuda y un compromiso. Ayuda a  comprender, desde pequeñas historias personales y declaraciones concretas, cuál era el clima de época, qué sucedía alrededor de la guerra. Compromete a seguir batallando contra el fascismo que creíamos derrotado, pero que resurge en el presente.

Aquí están los testigos, aquí estamos. Mir zainen do.

Seguiremos sumando historias.

Osvaldo Kirzner y Celia Freidzon

Entrevistados por Rosa Grushka

abril de 2025.

Jorge Cantor entrevistado por Rosa Grushka

Jaime Perelsztein entrevistado por Gustavo Perelsztein

abril de 2025.

Isaac Rapaport

entrevistado por Rosa Grushka

abril de 2025.