Se cumplieron 10 años de la sanción de las leyes que terminaron con la impunidad. El gran impulsor de ellas fue el dirigente cooperativista Floreal Gorini, quien concibió y elaboró el proyecto original en el año 1996. Desde su banca fue el gran promotor para derogar esas nefastas leyes (Punto Final y Obediencia Debida) que garantizaban impunidad para los violadores de los derechos humanos, responsables de aberrantes delitos de lesa humanidad, las que finalmente tuvieron concreción ya con él fuera del Parlamento.
Transcurrida una década comprendemos su enorme significado, no solo desde el punto de vista humanístico como reparación a quienes padecieron en carne propia el terrorismo de estado, sino básicamente como fundamento político y ético de la democracia.
Sabemos que hay que transitar aun un arduo camino, que las resistencias son enormes, que el sistema de justicia busca y encuentra muchísimos artilugios para que la impunidad a los genocidas prosiga.
Lo alcanzado hasta hoy -obra de las luchas y movilizaciones del campo popular- abre una perspectiva diferente y esperanzadora.
Vamos, por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Como dijeran los combatientes del Gueto de Varsovia > NO OLVIDAR / NO PERDONAR JAMÁS
Sr. Marcelo Horestein | Secretario
Prof. Daniel Silber | Presidente
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