El 17 de marzo de 1992 se produjo el atentado que demolió la Embajada de Israel en Argentina, dejando el luctuoso saldo de 29 personas fallecidas y 242 heridos, además de la desaparición física de la legación diplomática y la destrucción de numerosos inmuebles cercanos.
Entre las víctimas se encontraban personas argentinas, israelíes, italianas, paraguayas, uruguayas, bolivianas que profesaban distintos credos.
El ICUF (Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina), al recordar esta fecha, lo hace con el objetivo de insistir en que es necesario investigar a fondo porque no es admisible la impunidad.
Miedo, consternación, conmoción, sufrimiento, desasosiego son sentimientos que se despiertan desde las profundidades de los sobrevivientes. El terrorismo no discrimina a nadie. El terrorismo “democratiza” el dolor y el espanto.
Al presente, el expediente de la causa está prescripto formalmente, ya que uno de los mayores interesados -el Estado de Israel- no ha instado el procedimiento con posterioridad a los pasos judiciales de 1999.
Aún hoy, veintidós años después, se desconoce quienes fueron los mentores ideológicos, los instigadores, como tampoco los autores materiales y responsables locales de la logística de aquella barbarie, ni los cómplices del silencio, cuyo accionar favoreció que años después se replicase otro atentado terrorista en la sede de la AMIA, con similares resultados.
En este nuevo aniversario de aquel atentado, el ICUF (Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina) demanda acciones concretas para su esclarecimiento total y absoluto.
Ese es el mejor homenaje que se puede hacer a las víctimas.
Sr. Marcelo Horestein | Secretario
Prof. Daniel Silber | Presidente
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