La historia le guarda un lugar mucho menos digno que aquel que él mismo soñó.
Murió el ex presidente Carlos Menem y nos deja con infinidad de decisiones injustas, terribles para con el país todo, y especialmente el pueblo que lo llevó al poder.
Con la herencia de un país destruido en su educación, en su estructura económica, en la justicia social, en el desguace del estado, en las relaciones carnales, en la guerra del golfo, en José Luis Cabezas. Con la Justicia avasallada y transformada en herramienta de disputas políticas. Con los Derechos Humanos tullidos por su política de indultos y perdones que solo pudo recuperarse mucho tiempo después. Con la destrucción de Río Tercero para ocultar la venta de armas a Croacia y Ecuador. Con dos atentados: a la Embajada de Israel y a la Amia.
Sumado a lo dicho, es indignante que hoy, fallecido Menem, la DAIA salga a divulgar lo que proclama en sus declaraciones en relación con los atentados antes mencionados. Son agraviantes e insultantes no solo hacia las víctimas, hacia sus familiares y amigos, sino también a la colectividad judía en su conjunto y a toda la sociedad argentina.
¿Acaso no fue un presidente de DAIA, Rubén Beraja y toda su directiva, los que pactaron silencio y encubrimiento del atentado a la AMIA?; ¿acaso esa dirigencia no estableció vínculos carnales con los gobernantes de esos días?; ¿acaso no fueron las sucesivas dirigencias de DAIA las que se sumaron a las políticas de ocultamiento de pruebas y consintieron con la actuación de magistrados venales?, ¿no fueron ellos los que premiaron al comisario Fino Palacios?.
El ICUF (Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina) representa a otra parte de la colectividad argentino judía: la que resistió los embates de la genuflexión ante el Imperio, la que denunció lo infamante de los atentados y la posterior actuación de la dirigencia de DAIA, y la que se opuso a las políticas de entrega del patrimonio nacional, de saqueo y de privatizaciones a mansalva del menemismo, con la consecuencia del hambre y la destrucción de la industria nacional que conllevó.
Nunca cómplices.
Marcelo Horestein Presidente
Alejandro Steinman Secretario General