Todos los años, casi como un ritual, pero despojándolo de lo rutinario, desde el ICUF (Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina) recordamos que un 27 de enero de 1945, el mas extenso campo de exterminio creado por nazismo –de Auschwitz estamos hablando, que funcionaba desde 1940- fue liberado por las tropas soviéticas del Ejército Rojo.

Y lo hacemos con un doble sentido.

Uno de ellos es no olvidar las atrocidades cometidas por el fascismo para que NUNCA MAS se repitan. El traer a la memoria estos acontecimientos y hacerlos presentes tiene por finalidad desterrar cualquier manifestación de nazifascismo (directa o enmascarada) presente y futura, y sumar nuestro esfuerzo a la construcción de una sociedad de paz, igualdad, democracia y convivencia entre todos los seres humanos, independientemente de cualquier condición.

El otro objetivo es luchar contra esa corriente repulsiva que se denomina “negacionismo”. El negacionismo del genocidio del pueblo judío (y de otros: armenios, pueblos originarios de América, Asia, Oceanía y África) y de las persecuciones sufridas  -sean quienes fueran sus ideólogos- tiene por objeto desvirtuar la historia, justificando así cualquier acción basada en el racismo o la discriminación. El negacionismo implica trivializar, justificar o aprobar esos bestiales crímenes perpetrados contra el género humano.

Por eso, cuando los fundamentalistas de distinta calaña -religiosos, políticos, ideológicos, estatales- baten los tambores de guerra, alertamos sobre el terrible peligro que conlleva, al tiempo que proseguimos trabajando para la paz y el encuentro fraterno entre personas, pueblos, culturas, naciones, estados.

En la puerta de entrada a uno de los diversos campos que componían el complejo Auschwitz  se puede leer el lema en alemán Arbeit macht frei (el trabajo hace libre), donde se puede leer que la letra «b» de «Arbeit» está puesta al revés. Esto es una muestra de protesta, de rebeldía hecha por la persona que fabricó dicho cartel, uno de los tantos prisioneros, con el que eran recibidos los deportados por las fuerzas SS que custodiaban el centro durante el periodo de funcionamiento.

Leon Felipe.