Lo que era un secreto a voces, en los últimos días se está haciendo más que evidente. Se trata de las presiones que diversos estamentos de la Justicia Federal sufrieron durante la gestión presidencial de Mauricio Macri.
Esta vez fue la coerción/intimidación ejercida por la exvicepresidenta Gabriela Micchetti sobre Mario Cimadevilla, a cargo de la Unidad Especial de Investigación del atentado a la AMIA, «con relación a los exfiscales Mullen y Barbaccia para que sean absueltos al desviar la investigación sobre aquel trágico atentado. Recordemos de paso que la DAIA no presentó acusación contra ambos fiscales.
En su oportunidad quedó al descubierto que el Poder Ejecutivo en complicidad con los funcionarios judiciales (jueces, fiscales, analistas, investigadores) que tenían la obligación de poner en claro los hechos, fueron los que decidieron encubrir las verdaderas motivaciones, a los autores intelectuales y materiales. El ex Ministro Garavano removió a los fiscales actuantes antes de presentar su alegato final, ya que los mismos no aceptaban la línea oficial de exculparlos.
Una vez más, la impunidad quedó consagrada y las víctimas, revictimizadas; también se demuestra la falta de respeto por los principios constitucionales y de la división de poderes y la obstrucción del servicio de justicia esbozado por la derecha local y el poder ejecutivo.
Queda claro que a quienes nos gobernaron desde 2015 hasta 2019 poco les interesaba la República, la justicia, la libertad y mucho menos la democracia.
El ICUF (Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina, solicita que se reabra la causa, con jueces y fiscales probos.
Justicia, justicia perseguirás
Marcelo Horestein presidente
Alejandro Steinman secretario e/e
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