Las recientes declaraciones del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reconociendo que su gobierno ayudó a financiar a Hamás es una evidencia más de sus oscuras responsabilidades en la tragedia que está viviendo la región.

El Genocidio desatado como represalia a los salvajes atentados del 7 de octubre de 2023 esconde el propósito de producir la “limpieza étnica” de la Franja de Gaza. Es explícito: hace menos de un mes el gobierno israelí presentó su plan de conquista, ocupación y retención permanente, lo que incluye el desplazamiento de la población Palestina.

En Cisjordania, las acciones ejercidas por el Ejército israelí y colonos fanáticos contra de los ciudadanos palestinos tuvo un nuevo episodio: miembros del Ejército “advirtieron” con disparos a una caravana de diplomáticos de 24 naciones que estaban en Yenin y sus alrededores para recoger testimonios in situ. El asesinato de dos empleados de la embajada israelí en Washington es fruto de toda esta situación de violencia llevada a extremos dramáticos.

No son suficientes las voces, las marchas en el mundo, que se alzan para intentar detener esta masacre que, según advierte la ONU, va a desencadenar la muerte de 14 mil bebés si no llega de manera urgente la ayuda humanitaria. En Países Bajos marcharon más de 100 mil personas reclamando el final de la violencia. Las potencias como el Reino Unido, Francia o Canadá. Nada frena el baño de sangre y destrucción.

No importa al gobierno israelí el creciente antisemitismo a escala mundial. El mundo no distingue “sionismo” como solo una corriente política dentro del judaísmo. Son numerosos los pronunciamientos de judíos contra le guerra y contra las políticas belicista y expansionista de la derecha y la ultra ortodoxia israelí.

El ICUF −Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina− y sus Instituciones adheridas de todo el país exigimos:

  • La apertura de canales de asistencia humanitaria.
  • Un alto al fuego inmediato, multilateral.
  • El retiro de las tropas israelíes de la Franja de Gaza como paso necesario para poner fin a las acciones de violencia que el gobierno israelí descarga sobre el pueblo palestino.
  • El fin de la ocupación israelí de Cisjordania, con el consiguiente desmantelamiento de las colonias allí establecidas.
  • El retorno de las personas secuestradas y cautivas en Gaza desde el 7 de octubre del 2023, a sus hogares.
  • Acuerdo de cese de las hostilidades de larga duración con la participación de todos los actores políticos de la región, garantizando la seguridad de fronteras.

La solución sigue siendo Dos Pueblos = Dos Estados independientes, con todos los atributos de la soberanía. Sin un futuro digno para el pueblo palestino, no habrá futuro para el pueblo israelí. Una paz justa y democrática es lo más revolucionario en la región.

Marcelo Horestein – Presidente
Marcos Saal – Vicepresidente