Hoy se cumplen 102 años de una de las masacres más inmensas de nuestra historia. Más de un millón y medio de armenias y armenios perdieron la vida en manos del Estado de Turquía. Quizás sea Nazim Hikmet, el poeta turco más conocido del Siglo XX —aunque Hikmet participó junto a Kemal Ataturk en la Guerra de Independencia de Turquía (1919-1922) trabajando como maestro, una profesión clave para difundir el nacionalismo turco— quien desafió la versión oficial que negaba las masacres en Armenia. Esto demuestra que no fueron «los turcos» como sociedad los responsables del genocidio sino un Estado opresor que accionó en consecuencia.
«Quien empieza negando algo, termina negando todo», dice el poeta alemán Enrique Heine. El negacionismo actual sobre el Genocidio Armenio se extiende a otros genocidios, entre ellos el que sufrió el pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial o el ocurrido en América Latina con las sangrientas dictaduras de los años 70 —con el Plan Cóndor–, incluyendo los asesinatos que se produjeron en nuestro país. Es inaceptable que el Genocidio Armenio siga siendo ocultado y negado por algunos Estados, especialmente por el gobierno turco.
La construcción de la paz mundial, y los lazos solidarios globales no son posibles cuando existen estas invisibilizaciones. No hay justicia cuando no hay verdad. El hecho de admitir, finalmente, que hubo un genocidio contra el pueblo armenio será un gran paso en términos históricos, políticos y culturales de un humanismo comprometido con la construcción de sociedades justas, incluyentes y democráticas, respetuosas de las diferencias, de los particularismos y de las identidades.
En este sentido, es digno de destacar el papel cumplido por la Justicia de la Argentina en las denuncias y juicios por crímenes de lesa humanidad ocurridos en aquel período. El Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina (Icuf Arg) expresa su solidaridad con el pueblo armenio, haciendo suyo el reclamo por el reconocimiento de las atrocidades perpetradas contra él. Por eso mismo, saludamos especialmente a los compañeros de la Unión Cultural Armenia por su lucha inclaudicable por ésta y otras causas justas, que nos hermanan como instituciones y nos encuentran siempre en el mismo frente.
La imagen corresponde a «Sangre Armenia», un comic de Guy Vidal y Florenci Clavé que narra la historia, en clave de historieta, de este genocidio).
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