La Federación de Entidades Culturales Judías de Argentina – Idisher Cultur Farband (ICUF Argentina) repudia el comunicado difundido por la Organización Sionista Argentina (OSA) donde se acusa a la senadora Cristina Fernández de Kirchner por sus dichos: «Esos Hitlers modernos». Se hace necesario poner en evidencia la intencionalidad maliciosa del mensaje transmitido a la comunidad, que recorta los dichos de la ex presidente y procura desprestigiar a una institución como el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLASO) que, en estos momentos, celebra el Primer Foro de Pensamiento Crítico en Buenos Aires.
En primer lugar, siguiendo el orden de los agravios del comunicado oficial de la Organización Sionista Argentina (OSA), no es cierto que la senadora se haya referido al actual Gobierno en estos términos: señala, en cambio, que las prácticas de numerosos funcionarios de Europa –como Lituania, Hungría, Italia, los anteriores de España– son “los Hitler modernos que acusan a los inmigrantes de tener la culpa de que no haya trabajo”.
Es sabido que bajo este lema el partido nazifascista ganó las elecciones en la Alemania de la década del treinta y que, tal consenso social, le permitió avanzar sobre las detenciones de los inmigrantes, los judíos, los opositores políticos (sindicalistas, socialistas, comunistas) y de todos aquellos que fueran considerados como “diferentes”.
En nuestro país estamos asistiendo a algunas prácticas muy similares a las de aquellos años: brutales golpizas y detenciones a senegaleses dedicados a la venta callejera, las deportaciones para los detenidos de origen venezolano, turco o paraguayo, acusados de manera injusta por una serie de hechos ilícitos durante una manifestación que se realizó en Buenos Aires el mes pasado, los dichos de diferentes legisladores y de la propia ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, acerca de la comunidad mapuche en la Patagonia.
La expresión que citamos más arriba no implica la banalización del genocidio que se perpetró hacia el pueblo judío. Por el contrario, sienta un precedente que, a la luz de los discursos del presidente de la Nación, Mauricio Macri, como de varios de los miembros de su gabinete y hasta de los propios dirigentes de la Delegación de Asociaciones Israelitas de Argentina (DAIA), se erige como un alerta respecto a la construcción de un clima propicio para desencadenar el odio racial y la xenofobia.
Por otro lado, se enuncia como un símbolo judeofóbico el homenaje a una adolescente palestina que desafió a un grupo de soldados israelíes haciendo uso de sus manos y de su saliva, tal como el comunicado aludido lo describe. La niña fue enjaulada en condiciones paupérrimas, con falta total de derechos y garantías, y utilizada por el gobierno de Israel como un trofeo de guerra ante el mundo. Se expuso a Ahed Tamimi como terrorista, o peor aún, como la hija de los terroristas, que merece pagar los crímenes de su familia.
Desde la Revolución Francesa en adelante –que inició el proceso de emancipación de los judíos en Occidente– las responsabilidades son individuales y no colectivas. Fue justamente el nazismo el que recobró esas usanzas en la Noche de los Cristales Rotos al hacer responsable de la muerte de un jerarca nazi a toda la colectividad judía de Alemania.
La ley aprobada de manera reciente por el parlamento de Israel no hace más que reiterar el carácter xenofóbico con que se maneja su gobierno. La definición de Israel como Estado-nación del pueblo judío es la culminación del rumbo de sus gobernantes hacia la derecha; que crea, además, el caldo de cultivo para que emerjan ciudadanos de segunda, persecuciones raciales, motivaciones para el odio. Una vez más, atentan contra la población propia como ocurre en Brasil, también, con el ascenso de Jair Bolsonaro a la presidencia.
La Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina coincide en solicitar a las instituciones a manifestarse en contra de todas las formas de banalización del Holocausto y exaltación de la judeofobia como así también a rechazar declaraciones que contienen inexactitudes como la que se examina en esta nota. Llaman la atención, asimismo, los silencios de los opinantes, porque nada han declarado cuando el presidente de la Nación citó expresiones de Hitler como “personas envilecidas” o “veneno social», una copia extraída del libro de cabecera del régimen nazi o los dichos –en su oportunidad– del asesor “estrella” de este gobierno, Jaime Durán Barba: “Hitler era un tipo espectacular”.
Marcelo Horestein, Presidente
Isaac Rapaport, Secretario General
Buenos Aires, 21 de Noviembre de 2018
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