Cuando el 25 de mayo de 1810 y los patriotas destituyeron al virrey español, no sabían exactamente hasta donde podrían llegar. Muchos de ellos estaban convencidos de que se abría un momento nuevo, diferente al anterior.
Se iniciaba un proceso revolucionario rompiendo las ataduras del coloniaje, algo que ya no se podía detener.
Mujeres y hombres como Manuel Belgrano, María Remedios del Valle, José de San Martin, Mariano Moreno, Juan José Castelli, Juana Azurduy, Bernardo Monteagudo, Miguel de Güemes, Andresito Artigas nos marcaron un camino, el que hoy nosotros debemos continuar y engrandecer: nuestra SEGUNDA Y DEFINITIVA INDEPENDENCIA.
Ellos tuvieron el coraje y la decisión de dar los primeros pasos, aun en circunstancias y momentos tan difíciles y complejos como el presente.
Nos toca a nosotros cambiar la realidad y transformar de raíz lo que impide a nuestra Patria y a su gente ser libres y felices.
Si ellos pudieron, ¿por qué no nosotros? Son tiempos duros; la cuestión está en nuestras manos: o construimos una alternativa superadora de lo que hoy existe, una alternativa unitaria, liberadora, emancipadora dejando de lado egoísmos y cobardías o nos sumimos en el atraso, la dependencia y la postergación de millones de compatriotas.
“Para los hombres de coraje se han hecho las empresas”, dijo el general San Martín. Sin coraje, sin valentía, no hay libertad, no hay independencia, no hay futuro.
La liberación y la emancipación no vendrán solas ni serán producto de algún milagro. Es nuestro deber construir las condiciones éticas, políticas, culturales, económicas para alcanzarlas.
Vayamos por ellas. Y en esta fecha –tan sentida por nuestros corazones- hagamos honor a quienes nos señalaron el camino a recorrer.
Daniel Silber Vicepresidente