El discurso del presidente de la Nación ante la Asamblea de la ONU llena de dudas el futuro rol de nuestro país en el concierto internacional.
La decisión de abandonar la histórica posición de neutralidad sostenida por nuestro país nos expone a conflictos importados. En este sentido, se destacan la guerra en el Este de Europa —para la que ya se donaron desde nuestro país 2 helicópteros a Ucrania— y el conflicto en Medio Oriente —sobre el que Argentina ya expresó su alineamiento con el gobierno del Estado de Israel—. La falta de neutralidad sobre este último nos ubica en un conflicto que no hace más que escalar por las acciones de aquel Gobierno, especialmente ahora con los bombardeos convencionales y aquellos que hacen por intermedio de los beepers en el Norte del país, y en el Líbano en contra de Hezbollah y de la población civil, como respuesta a las continuas acciones terroristas realizadas por aquel grupo durante estos últimos meses.
Acusar a la ONU de ser una organización “propulsora de la violación sistemática de la libertad”, darle la espalda al “Pacto del Futuro”, o tildar a aquella organización de “socialista” no hacen más que aislar al país en, sus relaciones internacionales, de organismos y naciones que creen en sociedades justas, solidarias y cuidadosas del patrimonio común. No es un “olvido” la falta del reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas, sin máscaras deja expuestos sus intereses en desmedro de los de nuestro país.
Desconocer las acciones de la ONU en diversos campos que van desde la educación y la niñez —a través del UNICEF— hasta la protección de refugiados —a través de la ACNUR— implica tener una mirada sesgada y maliciosa: las relaciones internacionales entre países deben apuntar a la ayuda mutua.
Quienes formamos la Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina —ICUF— expresamos nuestra alarma y convocamos a todos y todas con quienes podamos acordar objetivos, a redoblar los esfuerzos de unidad que permitan torcer el camino de aislamiento, y profundización de la injusticia y la desigualdad que forman el programa del Gobierno actual.