Quizá para el Imperio Británico se trató de una pequeña y lejana guerra. Para nosotros, fue algo terrible, ya que mostró –de otra manera- cual era la cara brutal y descarnada de los jerarcas dictadura cívico – militar 1976/83.

 

Fue una más de las tantas perversidades perpetradas por esa casta que se encaramó en el poder y convirtió a nuestro país en tierra asolada desde cualquier punto de vista. Aquellos que se creían amos de vidas y haciendas, aquellos asesinos seriales no podían culminar su trágica faena sino con una guerra a la cual enviaron –cual vacas al matadero- a miles de jóvenes desprovistos de todo aquello que se necesitaba para combatir a una de las principales potencias bélicas del mundo.

 

Frente a la “desmalvinización” que se practicó durante décadas, Malvinas sigue siendo una causa, nuestra causa. Es una razón antiimperialista y antibélica. Antiimperialista porque Malvinas sigue siendo un enclave colonial de una potencia extranjera, usurpando una porción de territorio patrio.

 

Antibélica porque allí está asentada una poderosa base militar nuclear británica que amenaza no solo a nuestro país, sino a todo el Atlántico Sur, incluyendo América y África.

 

Nos solidarizamos con los soldados que cayeron en acciones de combate y con sus compañeros de armas; repudiamos a los jefes y comandantes con aptitud  para secuestrar y torturar personas indefensas, pero incapaces de enfrentar a la experimentada y preparada tropa enemiga.

 

Rechazamos cualquier política guerrerista y armamentista.

  

Reivindicamos todos los esfuerzos pacíficos que se vienen realizando en los más diversos ámbitos para recuperar esa parte de nuestra Nación y consolidar nuestra soberanía territorial sobre las Islas de la región y el Atlántico Sur.

 

La amplia solidaridad manifestada por los pueblos y Estados de América y del mundo alientan a seguir en el camino emprendido.

 

El ICUF (Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina) hace suyo el reclamo por las Islas Malvinas con el criterio de que la paz y la democracia crean mejores condiciones para los pueblos para su emancipación política y social.

Sr. Marcelo Horestein | Secretario
Prof. Daniel Silber | Presidente