Ha muerto Nelson Mandela, un héroe de nuestros días. Pocas veces uno tiene la oportunidad de compartir su vida con alguien de la estatura de Nelson Mandela; esta es una de ellas. No fue necesario que pasara el tiempo para ponderarlo. En su misma existencia supimos de su entereza, de su coraje, de sus convicciones, de sus capacidades de dirigente, de su dimensión de estadista completo, de su ternura.
La derrota del apartheid es producto de la lucha del pueblo sudafricano y, en gran parte, obra suya. No solo fue su conductor político, sino también su mentor intelectual.
Seguramente la Humanidad hoy tiene un valor menos entre los suyos; hay una estrella mas brillando, un ejemplo cabal a seguir.
Anécdota 1: hace pocos días, un pintor de brocha gorda pintaba una reja y me dice: la pinté con negro brillante. Yo le dije: Pelé era un negro brillante, a lo que el pintor me respondió que ya no jugaba más. El diálogo prosiguió así de mi parte: el que sí es un negro brillante es Mandela… y como Agustín (el pintor) no sabía de qué hablaba, le conté brevemente la rica y valiente vida de Nelson Mandela. Agustín se sorprendió.
Anécdota 2: hace un par de semanas, como parte del trabajo en las asignaturas Ciencias Políticas / Formación Ética y Ciudadana / Sociología en una escuela media de Santa Fe, se proyectó Invictus, ese peliculón de Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman y Matt Damon. La mayoría de los alumnos desconocía del apartheid, Mandela y la vida de Sudáfrica. Al comienzo, charlas, risas, señales de celulares, sillas y bancos corriéndose. Al rato, silencio absoluto, concentración, atención, emoción.
Mandela podía hacer eso. Conmovernos hasta el llanto. Vamos a sentir su ausencia. La Humanidad perdió un hombre bueno.
En relación a sus vínculos con la colectividad judía, Mandela señaló: “He encontrado a los judíos más abiertos que la mayoría de los blancos sobre las cuestiones de raza y la política, tal vez porque ellos mismos han sido históricamente las víctimas de prejuicios”.
Muchos judíos, como Helen Suzman (diputada por el Partido Progresista Federal durante el apartheid), los dirigentes del Partido Comunista Lionel Bernstein y Joe Slovo (fue Ministro de Vivienda), Ruth First (esposa de Slovo) el abogado defensor de Mandela, Isie Maisel, Albie Sachs (miembro de la nueva Corte Constitucional), la artista Ian Bernhardt coordinadora de la Unión de Artistas de Sudáfrica, en Johannesburgo, ayudó a enseñar y proteger a los artistas negros; la escritora Nadine Gordimer ayudó a editar el discurso de Mandela en su defensa en el juicio de Rivonia (1963), Ray Simons y Raymond Suttner fueron una parte significativa de la dirigencia blanca del movimiento contra el apartheid integrando el Congreso Nacional Africano; 14 de los 23 blancos que participaron en el juicio por traición de 1956 eran judíos y los 5 de los 17 miembros del Congreso Nacional Africano que estaban detenidos por actividades contra el apartheid en 1963 fueron judíos.
Antes de obtener su título de abogado por la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo, Mandela fue contratado como pasante por Lazar Sidelsky, socio de la firma de abogados Witkim, Sidelsky y Eidelman, Mandela en su autobiografía expresó sobre estos abogados: “Los socios eran judíos y en mi experiencia, éstos suelen tener una mentalidad más abierta que la mayoría de los blancos sobre las cuestiones de raza y la política, tal vez porque ellos mismos han sido históricamente las víctimas de prejuicios. El hecho de que Lazar Sidelsky, uno de los socios de la firma, aceptara a un joven africano como pasante –algo casi increíble en aquellos días- es buena muestra del liberalismo del que hablo”
Ante el fallecimiento de Nelson Mandela, el ICUF (Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina) expresa su profunda consternación y manifiesta su solidaridad con el gobierno y el pueblo sudafricano.
Sr. Marcelo Horestein | Secretario
Prof. Daniel Silber | Presidente
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