Buenos Aires, 18 de Septiembre de 2017

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En la Feria del Libro de Santa Fe, este año, el libro Mein Kampf (Mi lucha), de Adolf Hitler, estaba ubicado, en un mostrador, pegado a El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry. La marca de ropa Complot sacó una nueva colección para la temporada 2017/2018 con un diseño que remite a los harapos con que estaban vestidos los prisioneros de los campos de concentración en Alemania.

No hace mucho tiempo, un asesor del presidente Mauricio Macri reivindicó la figura de Adolf Hitler y numerosos funcionarios de este gobierno, al impugnar la cantidad de detenidos – desaparecidos durante la dictadura genocida 1976/83, ocultaron intención de minimizar el terrorismo de Estado.

En todo lo que va desde la desaparición forzada de Santiago Maldonado, en un operativo de la Gendarmería Nacional, se realizó un variado tipo de “operaciones” político – mediáticas, desde que la comunidad mapuche lo tenía escondido a que “se le fue la mano” a algún gendarme, todo enmarcado en la funesta teoría de los dos demonios.

Evidentemente, como describió de manera contundente Hanna Arendt, estamos ante un escenario caracterizado por la banalización del mal, o sea, la naturalización de hechos que de por sí son aberrantes, vulneran la condición humana y atacan la dignidad de todos. Se tiende a establecer como que cualquier cosa es válida, y que no existe ninguna norma ética que respetar.

Esto no solo es muy grave. No podemos ser condescendientes con aquello que implica odio, horror, discriminación, des-humanización. No podemos menos que hacernos escuchar y repudiar, rechazar todos y cada uno de estos hechos y seguir aportando a la construcción de una trama de vasos comunicantes de todos los que trabajamos por una Patria que nos contenga a todos y a cada uno.

La Democracia y la República van mucho mas allá del funcionamiento regular de las instituciones, el voto universal y la realización periódica de elecciones. Democracia y República constituyen un par complejo y abarcan un abanico más ancho y diverso. El Estado de derecho, los derechos humanos en el sentido más integral del término, el respeto a la diferencias, la solidaridad social y el protagonismo popular.

Marcelo Horestein

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Presidente

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Isaac Rapaport

Secretario General