La absolución de Telleldin –más allá de que pueda ser cierta o técnicamente posible- es una muestra más de la absoluta insensibilidad e impericia del Estado argentino (jueces, fiscales, investigadores, policías, gobiernos, legisladores) para tratar de esclarecer el más brutal atentado padecido por la Argentina.
A lo mejor el acusado es inocente; a lo mejor no. Lo que quedó a ojos vistas es la incapacidad para llegar a la raíz de la cuestión. Pasaron más de 26 años de que se perpetrara ese brutal crimen, y seguimos sin saber nada y sin tener algún proceso abierto. La trama de encubrimientos y complicidades es inaudita. Es evidente que el camino del esclarecimiento no pasa por la justicia, sino por la política.
No solo existen ineptitud o torpeza, sino también consta la incuestionable falta de voluntad política llevan a la culminación de un proceso en el que queda consagrada, una vez más, la impunidad.
Por las víctimas, por los familiares, por todos nosotros, por la sociedad argentina, el ICUF (Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de Argentina) seguiremos reclamando JUSTICIA
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