Nota redactada por el equipo del CeDoB Pinie Katz con base en la investigación biográfica de Berta Wexler.
Sarita
Mujer pionera trabajadora y abnegada militante, Sarita fue pieza fundamental y fundacional para el “I. L. Peretz” de Santa Fe, institución adherida a ICUF Argentina. Nació el 16 de junio de 1921 y, a sus 42 años, falleció habiendo dejado muchos proyectos y propuestas para toda la comunidad judía progresista de Santa Fe. Han pasado 57 años de su fallecimiento (3 de diciembre de 1963) y recordamos, hoy, algunas de sus acciones.
Historia familiar
En 1906 el padre de Sara, Elías Ritvo, arribó con 16 años a Santa Fe, Argentina, proveniente de Catherinoslavia —Rusia—, junto con su hermano mayor Samuel. Trabajó como pintor del ferrocarril en Rosario.
Berta Katch, su madre, nació en Besarabia —Ucrania-Moldavia—. En 1905 llegó a Rosario —Argentina— al huir de la persecución a los judíos en su país de origen. Aquí consiguió trabajo como costurera y alcanzó la categoría de Jefa del Taller de costura de la casa de confección de uniformes militares “Volghober”.
Por 1907 Elías conoció en Rosario a Berta. Juntos, se trasladaron a Santa Fe para casarse. Allí tuvieron cinco hijos: Rosa, Miguel, Julio, Berta y Sara.
Sarita, militante y delegada
Sarita (1921-1963), de niña, estudió ídish en el shule —escuela judía complementaria a la enseñanza oficial— del “I. L. Peretz” de Santa Fe. Durante su adolescencia, comenzó a militar en las filas del Centro Juvenil de dicha institución. Allí desplegó una intensa actividad que le ocupaba todos los días de la semana.
Como militante, tuvo estrecha relación con ICUF Argentina, sito en la Ciudad de Buenos Aires. Asimismo, desarrolló una actividad interrelacionada con las otras entidades similares ubicadas en el resto del país. Con el tiempo, ayudó a fundar el Kinder Club de Santa Fe —actividad recreativa para niños y jóvenes— y colaboró con la creación del Kinder Club de la ciudad de Rosario; también bregó por la consolidación de las colonias de turno completo para niños y adolescentes Zumerland[1] —Mercedes, Provincia de Buenos Aires— y Gowland —Río Ceballos, Córdoba—. En estas, trabajó en el armado de contingentes de niños, quienes iban a gozar de sus vacaciones.
Como delegada de la “I. L. Peretz” de Santa Fe, desarrolló actividades en las escuelas públicas de la Ciudad: fundó clubes de madres y una gran Comisión que los nucleaba, con el fin de efectuar demandas específicas en el ámbito del Ministerio de Educación de Santa Fe.
Como titular de los Clubes de Madres de la Ciudad integró la Comisión “Pro Homenaje Monumento a la Madre Universal”, inaugurado el 21 de octubre de 1962 en el Parque Alberdi[2]. En el evento, además de colocar ofrendas florales, emitió unas palabras alusivas[3] “Nos hemos dado cita los santafesinos evocando a través del tiempo la figura sin igual de esa gran mujer que vive en nosotros… en el Día Universal de la Madre […]”.. Esta acción desplegada por las entidades judías fue muy importante ya que, durante muchísimos años, se celebró el 12 de octubre como el Día de la Madre Católica; este acto fue importante para universalizar la celebración.
Como única empleada mujer en la Cooperativa de Crédito de la “I. L. Peretz” de Santa Fe, su trabajo diario era representar ¿esa repartición? ante la comunidad. Formó, junto con otros miembros de la Provincia de Santa Fe, el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, participó en su Comisión y fue miembro activa y organizadora de la mayoría de los actos de esta agrupación, en Santa Fe y en Rosario.
La Cooperativa de Créditos funcionaba en un local sito en 4 de Enero y Tucumán (¿antigua sede del peretz?) donde, por la tarde, el resto del edificio era ocupado por la escuela de ídish o shule.
El lugar contaba con varios salones y dos grandes espacios donde funcionaban la biblioteca y un salón de fiestas o actividades varias. Estos también se usaban para el recreo y para fiestas generales. Había dos mesas de ping pong[4] y un patio muy precario; había también baños, un arenero con hamacas y las habitaciones en que vivían los caseros.
Una nueva sede para “la Peretz” de Santa Fe
Junto con otros destacados militantes[5], encabezó una comisión para recaudar fondos para un nuevo edificio que habría de ser, además, campo de deportes.
Muchas grandes figuras de la vida cultural y política de Santa Fe[6] aportaron a la gran colecta que permitió comprar las instalaciones de la calle Francia —actual sede de la I. L. Peretz Santa Fe. Cuando se inauguró el campo de Deportes de la calle Francia, Sarita fomentó muchas actividades pero, en particular, el básquet femenino.
En este nuevo aniversario de la “I. L. Peretz” de la ciudad de Santa Fe, quiero hacer un saludo a la Institución reafirmando que Sarita, mi madre, fue una verdadera militante de la causa icufista de primera línea, desde sus años de juventud.
Berta Wexler. Rosario, 13 de octubre, 2020.
Nota redactada por el equipo del CeDoB Pinie Katz con base en la investigación de Berta Wexler.
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[1] Gracias Ana Diamant por la referencia terminológica.
[2] Diario El Litoral, 21 de octubre, 1962.
[3] “Nos hemos dado cita los santafesinos evocando a través del tiempo la figura sin igual de esa gran mujer que vive en nosotros… en el Día Universal de la Madre […]”.
[4] Quienes concurríamos como alumnos del Lerer Gordon —destacado docente de la entidad— sabíamos que, si nos sancionaban, no podríamos salir al recreo a jugar partidos de ping pong.
[5] Entre otros: León Blajman, César Fuksman, Naum Kesler, Miguel Abranzon, Nojem Epelolk, los hermanos Ángel y Susana Grushka, y miembros de la Comisión Femenina, como Guite Kessler, Clarita Abranzón y otras.
[6] Colaboraron en numerosas actividades el intendente Lofeudo, artistas como Jorge Taberna, escritores como Gastón Gori, Pesante, Julio Migno, Gudiño Kramer, José Pedroni, entre tantos otros.
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