El 18 de Julio nuestra Institución no sólo celebra la Jura de la Constitución de nuestro país.
Recordamos también con dolor y tristeza el atentado ocurrido en Buenos Aires contra la sede de AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina) en el año 1994, un acto de terrorismo que cegó la vida de más de ochenta personas, judíos y no judíos, hermanados por el mismo destino: ser víctimas de asesinos fanáticos, fundamentalistas con complicidades aún no develadas, veintidós años después. Hasta ahora la herida sigue abierta, más allá de avances o retrocesos; la verdad y la justicia aún continúan ausentes, aún no se han descubierto los responsables, sea quienes fueren.
Nuestro deber es no analizar los fenómenos como hechos aislados; la memoria debe estar acompañada de la reflexión que explique dónde y por qué se cultiva el terrorismo fundamentalista y cómo éste se retroalimenta en un círculo de violencia con la xenofobia racista de grupos fascistas y neonazis. Ambos, son dos caras de la misma moneda y se alimentan del odio, el fanatismo y el terror.
Ayer, las víctimas fueron nuestros hermanos argentinos; este mismo año, son un comerciante judío en Paysandú, cientos de religiosos musulmanes que oraban en Irak, una multitud que celebraba la caída de la Bastilla en Niza, y tantos otros que no es posible nombrar en pocas líneas. Las víctimas difieren, los modalidades cambian, las estrategias mutan, pero no nos cabe ninguna duda de quiénes son nuestros enemigos: son los violentos, los terroristas, los racistas, los fanáticos, los fundamentalistas y las grandes corporaciones que hacen, de las guerras, su negocio.
Desde nuestra trinchera los combatiremos, en ella nos encontraremos seguramente junto a la de la mayoría de la humanidad, hermanados con todos aquellos que prediquen la tolerancia, el reconocimiento a las diversidades, el respeto mutuo por la soberanía de los pueblos, la negociación para dilucidar conflictos, el respeto por los Derechos Humanos en su acepción más amplia, pues ese es y será el único camino posible para construir un mundo mejor.
A.C.I. ZHITLOVSKY Movimiento JUDEOPROGRESISTA
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