Evocamos el horror y deshumanización extremas que significaron las detonaciones de armas nucleares sobre seres humanos, especialmente cuando la Segunda Guerra Mundial estaba llegando a su fin. Hacer memoria de estos hechos sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki es recordar a las miles de víctimas inocentes que fallecieron.
En tiempos de guerras, con la carrera armamentista desenfrenada y la violencia exacerbada, nos sumamos a las voces que se hacen oír a favor del desarme nuclear y de la Paz.
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