El fascismo se reconstruye a partir de los restos del huevo de la serpiente y está entre nosotros con su plan de odio, privilegio para las minorías poderosas, discriminación, racismo, xenofobia, supremacismo, aporofobia y resentimiento. Las violencias simbólicas y materiales, procuran aplastar las ideologías progresistas e impedir la construcción colectiva.
En el plano nacional el evento de la Fundación El Faro que preside Agustín Laje, ideólogo de Milei, en el que empresarios, entre los que estuvieron Eltztain y Mindlin, aportaron fortunas para la causa, sucede de manera casi simultánea en el tiempo, y concordante en los objetivos con el lanzamiento de las Fuerzas del Cielo que se presentaron como brazo armado y guardia pretoriana del actual presidente.
El voto en solitario en la ONU, en contra de la resolución que propone erradicar y prevenir todas las formas de violencia contra las mujeres forma parte del ideario de LLA que además sigue con los intentos de prohibición y censura de literatura en las escuelas, la represión a la protesta social, el negacionismo, el abandono de la defensa de la soberanía, y un plan económico de hambre para el pueblo son las expresiones palpables de la política del odio.
Mientras que en el plano internacional jóvenes ucranianos alientan a sus compatriotas con cánticos que reivindican la figura de Hitler, las potencias occidentales autorizan a Ucrania el uso de misiles balísticos, y en Medio Oriente continúa el conflicto sin vistas a una solución pacífica, ponen de manifiesto el avance de las ideas del odio a nivel global.
Todos estos son los hechos que expresan la manera en que así como sucede a nivel local, la complicidad de los grupos económicos poderosos y los medios hegemónicos, sumados a una acción planificada de redes ponen de manifiesto el resurgir del fascismo.
Todo tiene la misma matriz. En el año 1945, con la entrada del Ejército Rojo a Berlín, solo hubo una derrota militar pero el ideario fascista se mantuvo intacto. Somos descendientes del “jurbn” como llamaron nuestros antepasados al holocausto, sabemos que estamos en peligro porque el fascismo viene por todas y todos. Debemos detener su avance antes de que sea demasiado tarde. Nuestro repudio e indignación a tanto horror. La sociedad, advertida de los riesgos, debe salir en defensa de la convivencia, la solidaridad, la empatía y el respeto de lo que representa la otredad como forma de estructuración social.
Quienes integramos la Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina –ICUF– hacemos un llamado urgente a quienes nos representan, al poder judicial, a los sindicatos, a las organizaciones y al pueblo en su conjunto a defender los valores que hemos construido y a recuperar la convivencia tras 40 años de vida democrática.
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