Estamos viviendo momentos muy difíciles en el mundo actual que ponen de relieve las ansias de supremacía y dominación de grupos político-económicos y religiosos organizados dispuestos a inventar guerras, atacar a indefensos, a usar la creatividad para arrasar con todo lo que se interponga en su camino de ambición.
El conflicto existente en la Franja de Gaza no es nuevo y es un ejemplo más de esta compleja situación. Estamos en presencia del gobierno de Israel, elegido democráticamente por sus habitantes. No representa a la comunidad judía mundial, sólo a los habitantes de dicha nación que lo eligieron, aunque muchos de ellos están en contra de la guerra y no desean vivir en un estado de violencia permanente.. Es un grupo político de derecha que pretende una supremacía económica y política en la región, que cuenta con un fuerte apoyo de las grandes potencias como Estados Unidos, la OTAN y el silencio de Europa, que tiene uno de los ejércitos más preparados del mundo y que ha desarrollado modernas tecnologías armamentísticas incluyendo armas atómicas y armas prohibidas por los acuerdos internacionales.
Por otro lado, se encuentra el pueblo palestino integrado por varios grupos que conforman un estado virtual reconocido por la ONU desde 2013, dirigido por la Autoridad Nacional Palestina, organización administrativa autónoma creada en 1994, ubicado en la Franja de Gaza y Cisjordania, territorios sin fronteras claramente definidas. La Franja de Gaza tiene una superficie de 360 km2, dos tercios del departamento Capital de Córdoba con el doble de densidad poblacional de nuestra ciudad. Israel ha bloqueado todas sus fronteras, terrestres y marítimas, controlando el ingreso de alimentos, agua, electricidad, combustible y demás insumos esenciales, lo que ha producido que la población, en su mayoría refugiados palestinos, dependa casi exclusivamente de la ayuda humanitaria que reciben. En Cisjordania los avances de ocupación con asentamientos de colonos israelíes se han ido incrementando, poniendo al propio pueblo israelí como cordón viviente de contención de ataques. En 2012 se instalaron 3000 nuevas viviendas israelíes dividiendo la zona de Cisjordania y se anunciaron 1500 más.
La disparidad de recursos logísticos y tecnológicos bélicos se ve reflejada en este último episodio con más de 200 muertos palestinos y menos de una decena de israelíes, cuando el objetivo, como hombres de bien, es que no haya más muertos. Ante esta situación desesperante para el mundo y no sólo para la región, la Asociación Cultural Israelita de Córdoba, miembro del ICUF (Idisher Cultur Farband, Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina) declara como principios:
• La necesidad de la existencia del Estado de Israel como nación soberana, más allá de las condiciones controvertidas de su creación y de su política bélica y expansionista actual.
• La consolidación de Palestina como estado independiente, soberano, con territorios propios claramente definidos.
• La oposición a cualquier ataque bélico contra la población de ambos territorios.
• La condena al terrorismo proveniente de sectores palestinos que resulta funcional a los verdaderos intereses del actual gobierno de Israel poniendo como excusa de sus ataques el no cese del fuego por parte de grupo palestino.
• Reconocer los actos bélicos del gobierno israelí presentados como de legítima defensa como actos de terrorismo de estado que responden a la doctrina fascista de “guerra preventiva”. Sin perder de vista que algunos actos de defensa legítima palestinos e israelíes no pueden presentarse malintencionadamente como actos de terrorismo de estado.
• Distinguir el Estado de Israel del gobierno actual de ese país que lleva adelante algunas políticas bélicas, racistas y reaccionarias. Como así también que la comunidad judía mundial y todo lo referente al judaísmo no puede identificarse con Israel y las acciones que tome su gobierno. Ni siquiera el sionismo puede identificarse con dichas acciones.
• Desvincular la historia de padecimiento del pueblo judío que ha padecido durante siglos en el mundo y puntualmente en Europa durante la dominación nazi, de la actual conducta del gobierno de derecha del país que tiene la mayor concentración de población judía. Es necesario distinguir entre el sentimiento sufrido por un pueblo y las decisiones de un gobierno con una clara definición política que responde a otros intereses, no necesariamente a los de su pueblo. No aceptar tampoco la impunidad de sus acciones por ninguno de los sectores justificado por la historia sufrida.
• La responsabilidad de todos los países de la zona que abandonaron a la población palestina a su suerte.
• El reconocimiento de todos los esfuerzos conjuntos de organizaciones y civiles binacionales y multiétnicas que involucran palestinos, israelíes y ciudadanos del mundo en proyectos comunes de paz, integración y articulación económica, cultural y social.
• El único camino que posibilite una vida digna para palestinos, israelíes y habitantes de todo Medio Oriente es el camino de la PAZ. Camino que se construye y se negocia entre las partes. Como dijo Isaac Rabín, ex-primer ministro asesinado por un fanático funcional a las políticas de agresión, “La paz se firma con los enemigos, no con los amigos”.
• Sostener el principio de DOS PUEBLOS = DOS ESTADOS, democráticos y con iguales derechos soberanos de decisión
¡Nos duelen igual los muertos en Palestina, en Israel, en Argentina,
en Estados Unidos, en India o en Japón!
¡Basta de agresión bélica!
¡Por la PAZ en el mundo!
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