Nota Pública

El papel de un gobierno democrático frente a un conflicto interno suscitado en un país del continente americano debería producir, ante todo, el apaciguamiento y luego la búsqueda de un consenso para su resolución entre las partes.

Ese era el espíritu del estatuto de la UNASUR, el organismo continental creado en los primeros años del Siglo XXI por los países cuyos gobiernos, aún con diferencias, se caracterizaban por una política de contenido nacional y popular.

La Unasur ha dejado ya casi de existir por la acción de gobiernos de sentido contrario al original, entre los cuales se halla el de nuestro país.

No resultó extraña, en consecuencia, la actitud del gobierno argentino que a través de los alambicados mensajes del canciller, inicialmente, y los resueltamente agresivos del presidente, más tarde, expresaron su alegría por el intento de golpe de estado producido en el día de ayer en la república de Venezuela.

No abrimos juicio sobre la situación interna en el país hermano. De lo que se trata es de defender la legalidad institucional, y evitar una guerra civil. Los golpes de Estado no benefician a los pueblos.

La Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina – Idisher Cultur Farband (ICUF Argentina) sostiene que los propios venezolanos deben resolver sus problemas, sin injerencias extrañas, que, por lo demás, suelen tener un mismo origen. El recuerdo de lo ocurrido con Sandino, Arbenz, Allende, Zelaya, Lugo, Dilma, así lo avala.

El ICUF considera, asimismo, inaceptable la represión, incluso con armas de fuego, contra un grupo de personas que manifestaban en el día de ayer ante la embajada de Venezuela repudiando el intento de golpe de estado. Tal actitud no debería permanecer impune.

Marcelo Horestein, Presidente

Isaac Rapaport, Secretario General

Buenos Aires, 1 de mayo de 2019