Quiénes Somos
s argentina-judía porque sus orígenes reconocen dos vertientes no contrapuestas: la argentina y la judía. En consecuencia, se considera consustanciada con el devenir de la sociedad argentina, de la que forma parte a través de sus más genuinas tradiciones y realizaciones populares y nacionales y, al mismo tiempo, se encuentra indisolublemente ligada al desenvolvimiento del pueblo judío, de cuyo patrimonio cultural, construido creativamente a través de las sucesivas generaciones, se asume como heredero y partícipe.
Es laica porque en sus acciones prescinde de toda connotación religiosa y no acepta intromisión de la religión en el Estado, ni en la educación pública.
Es progresista, humanista, antifascista, antidiscriminatoria e internacionalista y manifiesta su claro interés sobre las causas de los pueblos originarios, las cuestiones ambientales, y en defensa de la paridad y diversidad de género, porque:
Entidades adheridas
Integración
Por tratarse de una entidad de segundo grado, lo conforman las entidades primarias que adhieren a la plataforma común, elaborada por consenso entre sus representantes, de acuerdo a las diversas instancias estatutarias. En el caso de cada entidad primaria, puede asociarse a ella toda persona, sin distingos de ninguna naturaleza, que adhiera y/o participe de las diferentes actividades, respetando la identidad institucional.
El ICUF se dirige
Fundamentalmente, a satisfacer las necesidades sociales, culturales, educativas, deportivas, recreativas, políticas no partidistas, entre otras, de personas que pertenecen a la colectividad argentino-judía, y de aquellas que sin serlo, desean participar de la vida de las instituciones y de la Federación.
EL ICUF COMO PARTE DE LA COLECTIVIDAD
Las entidades que lo componen, y el ente central que las aglutina, forman parte de la colectividad argentina-judía y promueve la vinculación con el conjunto de la sociedad en la prosecución de objetivos comunes.
EL ICUF COMO PARTE DE
LA SOCIEDAD ARGENTINA
Como parte integrante de la sociedad argentina, interviene activamente en los procesos sociales, políticos y culturales que se desarrollan en el país; participa en las luchas por los derechos humanos universales, bregando por la continuidad y profundización de las políticas de juicio y castigo a todos los causantes del genocidio de la última Dictadura cívico-militar, responsable de los 30.000 detenidos-desaparecidos y de todas las otras víctimas; levanta en alto las banderas de Memoria, Verdad y Justicia, en oposición a toda forma de impunidad y negacionismo. A estos efectos, actúa a través del conjunto de las entidades federadas y, simultáneamente, hacia la sociedad en general, con criterios pluralistas ante las más diversas problemáticas y con una actitud de compromiso frente a las acciones que de éstas deriven.
EL ICUF Y SU RELACIÓN CON
OTRAS COLECTIVIDADES JUDÍAS
Concibe a la colectividad argentina-judía y a las existentes en otros países del mundo como parte del pueblo judío. Considera a cada una de las colectividades como entes independientes del Estado de Israel, con rasgos propios, con diferentes formas de organización, interconectados por razones históricas, ancestrales, culturales y tradicionales. Como contribución a su propio desarrollo comunitario, fomenta el conocimiento y las relaciones intercomunitarias, superando las diferencias de estados, de medios y de idiomas corrientes, de manera creativa y constante.
EL CONFLICTO DE MEDIO ORIENTE
Considera que el Estado de Israel es la entidad política que organiza a quienes habitan su territorio y entiende que, por su natural gravitación política, cultural y afectiva, para muchas personas se constituye como referencia de identidad. Sin desconocer esa influencia, el ICUF afirma el principio de la independencia y del pluricentrismo de la vida judía. Ratifica las resoluciones 181/242 de las Naciones Unidas, que sostienen la legitimidad de la existencia del Estado de Israel y los derechos inalienables del pueblo palestino a su propio Estado soberano. Apoya a los sectores democráticos, pacifistas, fraternales y progresistas de la sociedad israelí; valora sus experiencias de vida y de lucha y recibe sus aportes en el terreno de las ideas y de sus manifestaciones culturales, para enriquecer su propio acervo. Condena la ocupación, la expansión colonialista y los crímenes de toda índole, especialmente aquellos de lesa humanidad que se cometen en nombre de toda su población. Adhiere a los esfuerzos pacifistas de sectores israelíes y palestinos, y los empeños locales e internacionales que contribuyan al logro de la paz. Condena toda manifestación de fundamentalismo y violencia que retrase el arribo de una justa solución del conflicto. Reafirma la convicción en la posibilidad de lograr la paz a través de la fórmula “Dos pueblos-Dos estados” soberanos, con las fronteras establecidas anteriores a 1967 y las modificaciones que entre las partes convengan, y la solución negociada al problema de los refugiados y demás cuestiones en disputa.
EL ICUF Y SU POSICIÓN
FRENTE AL ANTISEMITISMO
Considera el antisemitismo como una manifestación discriminatoria, prejuiciosa y persecutoria, esencialmente, en las sociedades aquejadas por desigualdades sociales, culturales y políticas, donde es utilizado como instrumento de distracción en circunstancias de conflicto económico, social o político. Se expresa con la violencia que caracteriza las ideas que lo sostienen, y adquiere mayor gravedad cuando se origina en políticas estatales. Frente a las diversas formas declaradas o encubiertas del antisemitismo, el ICUF asume una actitud de lucha permanente, movilizadora y esclarecedora, encuadrándola en el marco general de acción contra la discriminación y recurre a la memoria de las experiencias históricas vividas por el pueblo judío y, especialmente, a la sufrida bajo el yugo nazi-fascista. Considera que la condena y la batalla contra el antisemitismo son cuestiones que no sólo interesan al judaísmo, sino que atañen y afectan a la sociedad entera. Es responsabilidad del Estado principalmente, y de la sociedad en consecuencia, instrumentar los medios y los recursos que permitan su erradicación, por significar un factor atentatorio a la convivencia humana. Rechaza, especialmente, cualquier tipo de negacionismo de las masacres nazifascistas producidas durante la Segunda Guerra Mundial, así como de otras sucedidas contra otros pueblos y/o naciones a lo largo de la historia.
EL ICUF FRENTE A LOS ATENTADOS A
LA EMBAJADA DE ISRAEL Y LA AMIA
Apoya a las organizaciones que permanentemente bregan por la búsqueda de verdad y justicia. Exige que el Estado Nacional cumpla con su obligación de esclarecer los atentados y las maniobras de encubrimiento destinadas a brindar impunidad a sus autores materiales e intelectuales.
El ICUF Y LA EDUCACIÓN
Propone una formación integral, ya que considera la educación como una apuesta socio-política que contribuye a la construcción de ciudadanías críticas, activas, participativas, creativas, transformadoras de la realidad. Reivindica la relevancia de la educación para construir pasados y presentes, pensando, creando e imaginando nuevos futuros que reflejen los valores y posicionamientos de la federación. Entendiendo que los seres humanos son seres complejos, desde las instituciones se alojan y se alientan diferentes modos de expresión desde la cultura, la educación y el deporte como modo de socialización, formación y construcción colectiva.
El ICUF FRENTE A CUESTIONES DE GÉNERO Y DIVERSIDADES
Entendiendo que la sociedad en la que vivimos es desigual, considera necesario visibilizar, potenciar y construir colectivamente a partir de las distintas diversidades e identidades de género y que no debe existir ningún tipo de minoría sometida a los intereses hegemónicos. Por lo tanto, desde las instituciones se apuesta a una política inclusiva que contemple la participación, expresión y escucha del entramado cultural del cual formamos parte, desde la equidad de derechos. En consonancia con esta política, también se apoyan las diferentes luchas feministas plurinacionales.
EL ICUF EN RELACIÓN A LA SUSTENTABILIDAD DEL PLANETA, EL CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE, NUESTRA CASA COMÚN.
Sostiene la necesidad de conseguir un planeta regenerado, resiliente y en paz, donde la producción y el consumo alcancen el equilibrio con los ecosistemas. En este marco, se debe defender el uso de los recursos naturales de manera eficiente, incentivando la transición energética, para economías bajas en carbono, un uso de los recursos que apueste por modelos de desarrollos que permitan generar valor de los materiales, recursos y actividades, penalizando los modelos desarrollistas extractivos, como la megaminería, el fracking y la oligopolización de recursos materiales y energéticos. Enfatiza el bienestar humano, donde se promuevan los modelos de desarrollo local y productos ecológicos, que permitan incentivar las redes de producción y consumo de las economías locales.