El 14 de mayo de 1948 en el Museo de Arte de Tel Aviv se proclamó la Declaración de Independencia de Israel, en el instante mismo en que los colonialistas ingleses daban por finalizado su Mandato sobre Palestina y se cumplía lo dispuesto por las Organización de las Naciones Unidas (ONU) de crear dos estados: uno árabe y otro judío.

Lo que debió ser un tiempo de regocijo para la Humanidad, reivindicando a aquellos que habían sido masacrados poco antes por el nazismo, pronto se transformó en un momento infausto. Las monarquías feudales árabes rechazaron la decisión de la ONU, con lo que se inició un largo conflicto, el que, con diversas alternativas, prosigue al día de hoy.

El Estado de Israel nació con definiciones claras: no solo ser el hogar de los sobrevivientes desplazados por las matanzas fascistas, sino de construir una democracia plural, amplia, solidaria, profunda.

Muchos de esos objetivos siguen pendientes. Saludamos este nuevo aniversario de la creación del Estado de Israel, sus logros en los campos de ciencia, medicina, tecnología, educación, cultura al tiempo que rechazamos las políticas anexionistas, militaristas y exclusivistas de sus gobiernos.

Tenemos en la certeza de que lo único revolucionario en la región es una paz justa, duradera y equitativa con el pueblo palestino sobre la base de la idea – fuerza de Dos Pueblos=Dos Estados independientes, soberanos y democráticos.