Como ICUF (Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina), nos dedicamos a promover, proteger y difundir los Derechos Humanos, entre otras cosas. Queremos expresar nuestra más profunda preocupación por los hechos que se vienen sucediendo en nuestro país y en toda Nuestra América, los que son una clara expresión del accionar de los movimientos de derecha, conservadores y golpistas que atentan contra las democracias y, con ello, contra la integridad de la sociedad.
No creemos que sean hechos aislados las protestas de los anticuarentena, la quema de barbijos en el Obelisco y las declaraciones del expresidente Duhalde, en las que aseveró que es posible que se aproxime un golpe de Estado.
Se suma el accionar del Bloque de Diputados de Juntos por el Cambio, el que pregonó por la impugnación de la última sesión de diputados y abogó por que esa fuese concretada de forma presencial, lo que ha terminado con varios diputados contagiados y sospechados de COVID19.
No menos relevantes resultan las manifestaciones de la Policía Bonaerense Argentina (PBA), las cuales fueron preanunciadas el domingo pasado por la exviceministra de seguridad, Florencia Arieto. En los hechos, hace dos días, la PBA rodeó la residencia del Gobernador Axel Kiciloff y, mientras esta nota entra en circulación, parte de la PBA se encuentra rodeando, de forma prepotente, la Quinta de Olivos: efectivos que están de servicio y hacen abandono de su puesto se están manifestando con los patrulleros y con las armas reglamentarias que el mismo Estado les asigna para cuidar al pueblo.
Todas estas acciones confluyen en una gran acción desestabilizadora y destituyente, que no debe encontrarnos indiferentes. Debemos estar alerta para poder decodificar los metamensajes que, continuamente, se emiten de forma solapada.
Con énfasis, llamamos la atención sobre las estrategias que son desplegadas en todo el Continente. Operaciones vistas, al principio, cuando se instauró el golpe de Estado en nuestro país hermano, Bolivia: allí se implementó la persecución —y reciente proscripción— a su genuino presidente, Evo Morales. Alertamos sobre la reciente proscripción del expresidente, Rafael Correa.
Aquí en Argentina, no podemos perder de vista que la derecha, disfrazada de oposición “constructiva”, busca degradar y desestabilizar a un gobierno de corte Nacional y Popular, que ha llegado al poder vía sufragio universal y que, por lo tanto, debe hacer uso de su derecho a gobernar.
Tampoco podemos dejar de resaltar el preocupante papel que, de nuevo, ejercen los medios de comunicación hegemónicos, cuyos periodistas parecen fanáticos de la derecha más recalcitrante. Estos, continuamente, incitan a la violencia con una clara intencionalidad antigobierno; (des)informan mediante la emisión de noticias falsas. Observamos noticieros centrales que invitan, de forma constante, a romper la cuarentena y a manifestarse contra esta; que alientan a defender a las corporaciones y a las empresas con mayor concentración de capital del Mercado, lo que conlleva un perjuicio a los consumidores; que todos los días hacen algo en pos de generar cada vez más odio y más intranquilidad.
No podemos permitir que este relato que construyen se vuelva realidad. Debemos evitar que sigan gozando de impunidad para operar, es decir, debemos defender la democracia plena y, en este contexto particular, debemos defender la salud de nuestro pueblo. Reiteramos nuestro compromiso y apoyo al normal desempeño de las instituciones democráticas —con los protocolos de seguridad e higiene que permitan que estas funcionen sin poner en riesgo a las personas—. A su vez, repudiamos aquellos actos que atentan contra la salud de la población, en contra de las indicaciones de la Autoridad Sanitaria.
La resistencia que hoy podemos llevar adelante se hace desde nuestras casas: llenemos las redes de mensajes, hagamos las denuncias correspondientes, participemos activamente de los intercambios y actividades que nos mantengan alerta. Estemos más presentes y seamos más partícipes que nunca.
Consejo Directivo
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