El 5 de Julio de 1857 nació Clara Zetkin, un política socialista y revolucionaria de Alemania, de quien se cumplió ayer el 160º aniversario de su nacimiento.
Esta mujer fue miembro del parlamento y activista de los derechos de las mujeres durante el Imperio Alemán y la República de Weimar, y fue, también, una de las promotoras del Día Internacional de la Mujer Trabajadora en 1911 en el Congreso Internacional de Mujeres.
Clara Eissner en Wiederau –tal su verdadero nombre– nació el 5 de julio de 1857 en Alemania. Su padre, Gottfried Eissner, era profesor de escuela y organista. Su madre, Josephine Vitale, era una mujer culta y elegante que provenía de una familia burguesa de Leipzig.
Clara tuvo la suerte de crecer en una familia judía culta; fue una de las primeras alemanas en poder estudiar en un colegio universitario para ser profesora. Cuando en 1874 terminó sus estudios, empezó a conocer a distintos miembros del movimiento obrero de Alemania y a revolucionarios rusos exiliados.
Pronto se vio atraída por las ideas socialistas y en 1881 se unió al Partido Socialista de los Trabajadores. Un año más tarde conoció a Ossip Zetkin, un revolucionario ruso exiliado con el que mantendría una “unión libre” y tendría dos hijos, que murió el 20 de junio de 1933 en la Unión Soviética.
Desde comienzos del Siglo XX, Clara presidió numerosas conferencias de mujeres socialistas, donde abordó cuestiones acerca del trabajo infantil, las políticas educativas, el voto femenino y la reducción de la jornada del trabajo de las mujeres.
En 1914, junto a Karl Liebknecht, Rosa Luxemburgo, Franz Mehring, entre otros, se opuso a la política belicista del Partido Socialdemócrata Alemán y fundó el Partido Comunista Alemán. En el Partido Socialdemócrata editó la revista femenina Igualdad, que tuvo una gran distribución. En 1915 realizó en Berlín una Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas contra la Guerra. Su actividad militante y su posición antibélica la condujeron varias veces a la prisión.
Entre 1919 y 1920 dirigió el periódico El Comunista. Fue detenida y también elegida como diputada al Reichstag, el Parlamento alemán, donde pronunció un discurso de compromiso con la solidaridad internacional de la clase obrera, haciendo un llamamiento a una lucha contra el imperialismo y el militarismo.
La desigualdad social de las mujeres, para esta pensadora, no se podía separar del desarrollo del sistema capitalista. La situación de las mujeres, con menores salarios y pensiones, la mayor responsabilidad y carga en las tareas familiares, mostraba la explotación de este sistema. Fue también una ferviente detractora del feminismo burgués y de clase media; consideraba que, en lo que respecta a la mujer proletaria, fue la necesidad del capitalismo de explotar y buscar incesantemente mano de obra barata lo que ha dado lugar a la cuestión femenina. Por tanto, la batalla de la mujer proletaria no podía ser igual a la que la mujer burguesa libra contra el varón de su clase.
La historiografía oculta que Clara Zetkin fue mucho más que una activista femenina. Durante toda su vida Clara buscó organizar a las mujeres para luchar por su propia liberación. Tras el asesinato de Liebknecht y Luxemburgo en 1919, Clara Zetkin se hizo cargo de las principales tareas en el naciente Partido Comunista alemán. Enferma y casi ciega, , en 1932, la más antigua miembro del Reichstag, en un encendido discurso, abogó contra el ascenso del nazismo y por unidad de socialdemócratas y comunistas en la lucha antifascista.
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