Se desarrolló en el Centro Betanzos de Buenos Aires, perteneciente a la Comunidad Gallega, una actividad relacionada al Genocidio de Pueblos Originarios en territorio argentino. La presentación de la mesa estuvo a cargo de Gustavo, que además nos contó un poco de los orígenes de “La Lorca” y de los crímenes del franquismo.
Los encargados de ilustrarnos con este tema fueron los compañeros de la Red de Investigadores sobre Genocidio y Política Indígena. El panel comenzó con la presentación de un corto llamado “La Historia en la Memoria” que es un recorte/resumen de un documental llamado “Octubre Pilagá”, ambos de la documentalista Valeria Mapelman, que relató acerca de su realización y del momento histórico en el que transcurrieron los hechos. (…) En octubre del 1947, en La Bomba , un paraje cercano a Las Lomitas, se cree que unos dos mil Pilagá se habían reunido para recibir de boca del carismático Tonkiet (Luciano) la noticia sobre un Nuevo Dios escrita en un libro hasta entonces desconocido para ellos: La Biblia. Las danzas y los tambores se mezclaron con los himnos bíblicos y resonaron durante muchas noches, y en el regimiento 18 de Gendarmería, distante a sólo un kilómetro del paraje comenzó a gestarse la represión planificada y ordenada por el Estado. La indisciplina tenía que cesar, la gente debía ser encerrada en un espacio controlado para ser enviada a trabajar. Aquella expresión de libertad cultural y religiosa podía ser contagiosa y el escarmiento no tardó en llegar. El día 10 de octubre, al caer la tarde, la Gendarmería Nacional apuntó sus armas contra la multitudinaria reunión, fusilando a cientos de personas. De acuerdo a los testimonios de los sobrevivientes, la matanza se extendió varios días. Después de los fusilamientos del día 10, se iniciaron las persecuciones de testigos a través de los montes, las mujeres sufrieron violaciones y hubo más fusilamientos en las comunidades cercanas. Muchos niños murieron por las heridas de bala. Muchos ancianos y murieron vencidos por el cansancio y la sed, acorralados por las tropas que patrullaban el acceso a los arroyos. Los cadáveres no pudieron ser sepultados y continúan desaparecidos. Los sobrevivientes recuerdan las capturas y el encierro final. ¿Cómo pudieron ocultarse estos hechos durante tanto tiempo?(…) Para más información, se puede visitar el sitio http://www.octubrepilaga.com.ar/lapelicula.htm
Luego fue el turno de Alexis Papazian, licenciado en historia. Proyectó una serie de filminas en las cuales se describía el funcionamiento del campo de concentración que se instaló en la Isla Martín García en el período de 1870-1890. Se presentaron fotos de documentación de la época que relataba las formas de repartimiento y distribución de los indígenas sometidos. Se encontraron actas de nacimiento, bautismo y defunción; listas con detalles sobre las enfermedades de las personas; actas que dejaban constancia de los traslados que se efectuaban con las personas esclavizadas, etc. Para más información, se puede leer un documento en el sitio http://ppct.caicyt.gov.ar/index.php/corpus/article/view/392
La antropóloga Diana Lenton explicó, entre otras cosas, cuáles fueron los orígenes y objetivos de la Red a la que pertenecen. Expuso que, en primer lugar, se habla de un genocidio oculto, invisibilizado, y que no es habitual encontrar muchos estudios al respecto. Que sin embargo la documentación y las pruebas existen, pero que es un tema que no tiene el suficiente peso en las agendas actuales académicas o de los distintos gobiernos o de los medios. Explicó también que lo que ellos intentan realizar a través de sus trabajos de investigación es caracterizar y describir el rol del Estado en colaboración con este genocidio, y en analizar las causas y consecuencias de las matanzas, de las conquistas de territorios, de las capturas y adoctrinamientos de los pobladores. Uno de los mayores objetivos es, entonces, poner estos temas sobre la mesa, para poder debatir y empezar a conocer más sobre estas violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad. Se trata de poder desentrañar el plan sistemático con que se desató este genocidio, y su ocultamiento. “Estaba planificado así para llevarse el botín, sobre todo el ganado, y las familias porque ésa era la operación que iba a llevar a los indios a rendirse. Son operaciones contra la población civil, donde mueren mujeres y niños, o eran enviados como mano de obra esclava para el trabajo doméstico urbano o para la agroindustria, caña de azúcar y viñedos. También se cumplen otros elementos de genocidio, el someter a la población a condiciones que acarreen daño en su subsistencia, que pueda provocar enfermedad o muerte, y eso implicaron los traslados de la población sometida a campos de concentración.” Extraído de http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/21-178560-2011-10-10.html Habló del negacionismo, y cómo esta modalidad aplicada sobre el holocausto judío también aplica sobre el genocidio de los pueblos originarios. Que nuestra sociedad está educada y estructurada de una manera tal que se asocia al negacionismo, sobretodo por los relatos que se realizaron sobre los hechos acontecidos, y que trascendieron como únicos testimonios.
Por último, la abogada Paula Alvarado, participante de la Red y de APDH expuso sobre la normativa adyacente al concepto de genocidio, y cómo se pueden enmarcar todos los crímenes cometidos contra los pueblos indígenas con esta definición. Que los hechos de este tipo pueden ser juzgados por cualquier tribunal, y que si en Argentina no se pueden lograr las investigaciones judiciales, se puede apelar a la justicia de otros países. Explicó que el “derecho a la verdad”, un concepto que ha evolucionado durante los últimos años en el sistema interamericano. Inicialmente, se consideró que se trataba del derecho de las familias a conocer la suerte de sus seres queridos, derivado de la obligación que tienen los Estados de brindar a las víctimas o sus familiares un recurso sencillo y rápido que los ampare contra violaciones de sus derechos fundamentales. La interpretación de este derecho ha evolucionado y actualmente se considera, que el derecho a la verdad pertenece a las víctimas y sus familiares y también a la sociedad en general.
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