El vapor Wesser zarpó en julio de 1889 desde el puerto de Bremen (el puerto mas importante del Imperio alemán) con rumbo a Buenos Aires; en su tercera clase llevaba un grupo de 138 familias conducidas por el rabino Aarón Goldman (unas ochocientas personas, entre adultos y niños de migrantes judíos rusos), quienes serían fundadoras de una colonia agrícola que se llamaría Moisés Ville.
Su proa tenía los colores de la bandera del Kaiser: negra, roja, blanca; el viaje fue bueno y las condiciones generales de navegabilidad resultaron óptimas. La nave tenía experiencia en atravesar el Atlántico, ya que solía unir Europa con América varias veces al año. Botado inicialmente en 1867, medida casi una cuadra de largo; como no era de la última generación en tecnología naval contaba con dos mástiles para velas, una chimenea y desarrollaba una velocidad de 11 nudos.
Si el Wesser es emblemático por haber sido el primero, posteriormente llegaron los vapores Lissabón, Tijuca, Pampa y muchos mas. En todos, la carga principal eran esos pasajeros que venían en las bodegas -los inmigrantes judíos- que buscaban en esta tierra desconocida para ellos un futuro de dignidad, de esperanza.
En esos primeros centenares que, entre asustados e ilusionados, arribaron al puerto de Buenos Aires, están las raíces profundas de la colectividad judía argentina. Si bien ya existían algunos judíos, no estaban nucleados ni organizados. Año tras año fueron llegando centenares y centenares. A partir del arribo masivo de estos inmigrantes es que comienza a conformarse orgánicamente nuestra comunidad.
Muchos fueron al campo y dieron vida intensa a las colonias agrícolas –algunas de Jewish Colonization Association, otras independientes-, donde roturaron las tierras vírgenes, abrieron caminos y aguadas, introdujeron mejoras en la producción; otros tantos se quedaron en las ciudades y crearon clubes, teatros, sindicatos, instituciones de beneficencia. Militaron en partidos políticos; fundaron escuelas, bibliotecas, diarios, cooperativas, editoriales, hospitales. Hicieron Patria.
La existencia de una colectividad judía integrada a la sociedad argentina fue y es parte del proyecto de construir una Nación libre, equitativa, soberana, justa.
Pasaron 126 años de aquel punto de partida.
El ICUF (Idisher Cultur Farband / Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina) saluda a aquellos pioneros, haciéndose cargo de la responsabilidad de sumar sus esfuerzos para hacer realidad esos sueños de redención y justicia que atraviesa todo el cuerpo social argentino.
Junto a los descendientes de otras inmigraciones, de los pueblos originarios, de los criollos, de los nativos, multiplicamos nuestra decisión indeclinable de hacer de nuestra Argentina, un país democrático, incluyente, solidario, donde todos sus habitantes puedan gozar plenamente de sus derechos en tanto ciudadanos plenos.
Sr. Marcelo Horestein | Secretario
Prof. Daniel Silber | Presidente
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