A los 89 años de edad, acaba de morir Maya Plisetskaya, una de las exponentes mas importantes de la danza de la era contemporánea.
Entró en el famoso Teatro Bolshoi a los 11 años de edad. En 1943 se graduó de la escuela coreográfica y se incorporó al Ballet Bolshoi, donde se desempeñó hasta 1990.
Fue un tipo diferente de bailarina. A diferencia de muchas bailarinas, fue designada solista poco después de su graduación. Su pelo rojo y su aspecto llamativo hicieron de ella una figura; era conocida por la altura de sus saltos, su extremadamente flexible espalda, la capacidad técnica de su baile y su carisma.
Ella cambió el mundo de la danza para siempre; elevó la presencia de las bailarinas de todo el mundo, tanto en términos de brillantez técnica como de presencia dramática.
En 1958, fue honrada con el título de Artista del Pueblo de la URSS. Siendo judía, integró el Comité de Lucha contra el sionismo.
Muchos afamados coreógrafos de ballet la incluyeron en sus trabajos como Yury Grigorovich, Roland Petit, Alberto Alonso, Maurice Béjart o Rodion Shchedrin. Participó del Ballet de la Ópera de Roma y del Ballet Nacional de España de Madrid. A los 65 años, se retiró del Bolshoi como solista. Desde 1994, fue presidente de los concursos anuales internacionales de ballet llamada Maya y en 1996 fue nombrada Presidente del Ballet Imperial Ruso; el Emperador Akihito presentó a su Premium Imperiale, considerado oficiosamente un Premio Nobel de Arte.
En su cumpleaños 80, el Financial Times resumió la opinión de Maya en las siguientes palabras: “Ella era, y sigue siendo, una estrella del ballet, un monstruo sagrado, la declaración final sobre el glamour de teatro, una llama, un faro en un mundo de talentos que brillan tenuemente, una belleza en el mundo de la belleza”
Deja tu comentario